Ya seas un aficionado de la natación como un nadador profesional, debes de saber que escoger adecuadamente tus gafas de natación es una parte vital para poder hacerte con una buena equipación, ya que después de tu bañador, las gafas son el complemento más importante.
Tu experiencia en el agua debe ser siempre lo más confortable posible para que puedas sacar el máximo provecho de tus entrenamientos.
A la hora de comprar unas gafas de natación, es muy importante que tengas presente ciertas características, como por ejemplo saber cómo escoger la medida perfecta, saber escoger los materiales con los que están fabricadas y otros aspectos fundamentales.
En el mercado existen muchos tipos de gafas, que varían en función de la zona donde vas a nadar (aguas cerradas o aguas aabiertas), los materiales (por ejemplo las hay de siliciona, de plástico policarbonato (PC) entre otras), los cristales (los hay con protección ultravioleta, polarizadas, etc), el tamaño e incluso el precio.
La función principal de las gafas para nadar, es la de proteger tus ojos del agua mientras nadas para ofrecer una mejor visibilidad. También se encargan de evitar que el cloro dañe tus ojos. Por esa razón, debes comprar unas gafas de buena calidad y con una medida que se acople perfectamente a los contornos de tu rostro, para que el agua no llegue a colarse e en la cavidad de las lentes dificultando tu visión o dañando tus ojos.
Partiendo de esa base, encontrarás una amplia gama de gafas de natación en el mercado que cuentan con distintas características técnicas y materiales que escogerás en función de tus preferencias o tus necesidades.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que las gomas que sujetan las gafas no tienen que estar demasiado apretadas ni los cristales deben empañarse continuamente.
¿Cómo escoger las gafas de natación?
1. ¿Gafas para aguas cerradas o aguas abiertas?
El primer paso para escoger nuestras lentes de natación, es tener muy claro cuál es la funcionalidad de las mismas y si vamos a nadar en aguas abiertas o en aguas cerradas. El tipo de gafas que usemos dependerá de la actividad que vamos a desarrollar en el agua y de nuestros objetivos. Así, deberemos elegir unas gafas determinadas si practicamos natación en el mar o en la piscina. En el caso de las piscinas hay que tener en cuenta sin son cubiertas o están al aire libre, o si vamos a bucear con ellas o jugar un partido de waterpoloco, por ejemplo.
Otro factor a tener en cuenta, es el lugar donde vas a nadar ya que éste determinará si debes decantarte por un tipo de gafas u otro. Si nadas en una piscina que está climatizada, lo más aconsejable es que escojas unas gafas monobloque que tenga un cristal transparente -que no afectan a la calidad o nitidez de la visión.
Si vas a practicar la natación en una piscina exterior o en aguas abiertas lo más acertado es decantarte por unas gafas monobloque que tengan un cristal ahumado o en espejo, que te protejan de la luminosidad del día, sobre todo es importante si tienes los ojos delicados.
Los elásticos dobles pueden tener cabida si buscas una sujeción segura. También es importante que tengan protección contralos rayos Ultravioleta.
2. Según los materiales
Son muchos, los tipos de materiales con los que se fabrican las gafas para nadar. El tipo de material ha ido evolucionando con el paso de los años. Las primera gafas que se fabricaron para esta disciplina, se crearon en el siglo XIV y estaban fabricadas con conchas del mar pulidas y pegadas con grasa, por lo que puedes hacerte una ideal de la tremenda evolucición que han sufrida hasta la fecha de hoy.
A comienzo de los 70's, comenzaron a venderse un tipo de gafas de plástico que tenían un sellado de espuma, pero el problema de las mismas era que tenían poco estanqueidad (no evitaban muy bien el paso del agua) y además eran propensas a que los hongos proliferaran en ellas.
Más tarde, irrumpieron las gafas fabricadas con neopreno, que aunque no tenían los problemas de las de sellado de espuma, tenían el inconveniente de que se despejaban muy fácilmente.
Los materiales de hoy día son muy diferentes. El faldón de las gafas es (el nombre que recibe, la zona que correspondería a la “montura” que debe quedar ajustado a tu rostro y evitar que el agua se cuele hacia la lente) habitualemente está hecho de silicona líquida. Aunque es un material un poco menos económico que el faldón de silicona normal, brinda mucha flexibilidad y proporciona un acople perfecto. El de silicona normal es resistente y suave mientras el líquido, poseen una superficie un tanto pegajosa.
También podemos encontrar monturas hechas de policarbonaro, con correas hechas en neopreno o silicona, sellado con caucho termoplásticos (TPE) y cristales de plástico policarbonato o de acetopropionato de celulosa (CAP).
2.1. El cristal
Dos de los materiales más usados para la fabricación de gafas de natación es el plástico policarbonato o de acetopropionado de celulosa (CAP).
El CAP es un plástico que se obtiene de la celulosa y que tiene mejores cualidades físicas que otros plásticos ya que son más flexibles, poseen una tasa de refracción más reducida y no causa alergias. No obstante, sufren de un deterioro mayor frente a la exposición del medio ambiente que las de plástico policarbonato.
El cristal es una parte esencial de la gafa y su elección acertada nos permitirá conseguir una visión perfecta. Si buscas unas gafas que te proporcionen una nitidez absoluta, lo mejor para ti son unas que tengan el cristal transparente.
Si tu objetivo es practicar la natación en aguas abiertas, escoge unas que tengan los cristales levemente ahumados o en espejo y si buscas aclimatarte en determinados tonos, puedes escoger lentes de tonalidades verde, sepia, azul (aquí ya entra en juego los gustos personales de cada uno).
Si buscas unas gafas para aguas abiertas, lo mejor es que te decantes por unos cristales que además tengan protección contra la radiación ultravioleta UV-A y UV-B.
Muy importante es tener presente que las lentes fabricadas en plástico policarbonato, son más fáciles de rallar, aunque en la actualidad los fabricantes están intentando solucionar este inconveniente tratando los cristales conuna solución especial anti-ralladura que le proporciona una mayor resistencia.
Un buen consejo es que escojas unas gafas anti-vaho, también llamadas gafas "antifog", de esta forma, no se empañarán y serán mucho más cómodas. No obstante, la eficacia de estos tratamientos no resulta muy eficaz y resiste tan solo unos cuantos baños, por lo que deberás comprar con el tiempo un sprays o soluciones antivaho.
Otro factor interesante a tener en cuenta, es que en el mercado existen un tipo de gafas para nadar graduadas. También tienes la opción de comprar gafas de natación que puedes adaptar a tu graduación, de esta forma no es necesario usar lentillas.
2.2. Forma y tamaño de la estructura
Otro de los factores que debes de tener en cuenta a la hora de elegir unas lentes adecuadas, es su forma y sus dimensiones.
Las pequeñas suelen ser gafas para competición (como las típicas gafas suecas), y las grandes son exclusivas para buceo o hacer submarinismo. Es importante saber que cuando más pequeñas son, menor resistencia opondrán al agua por lo que serán más aerodinámicas, pero tienen el inconveniente de ser incómodas o dejas marcas en el contorno de los ojos. Unas gafas de un tamaño un poco mayor serán más cómodas, tendrán mejor ángulo de visión pero serán menor aerodinámicas.
Es vital elegir unas gafas con el puente de nariz adecuado para un acople óptimo al contorno facial. Puede ser fijo, de tipo regulable para distintos tamaños o puede ser intercambiable. Según las proporciones de tu nariz debes buscar el que más se acomode a tu cara para conseguir las idóneas para ti.
2.3. La goma elástica
La cinta elástica. Aunque a priori pase desapercibido, otro de los factores fundamentales para escoger unas buenas gafas de natación es fijarnos en la cinta elástica que a sujetarlas.
Ésta puede ser una goma simple o doble y disponer del ajuste en la zona lateral o en la parte trasera.
Debes tener presente que las gafas no tienen que quedarte muy ajustadas porque serán muy incómodas, pero tampoco debe de quedar muy suelta ya que pueden soltarse mientras nadas y ser un auténtico fastidio.
3. La prueba de la ventosa.
El último punto para escoger qué gafas de natación comprar, es realizar la la prueba de la ventosa, algo que seguro ya lo has hecho sin saberlo.
Para realizarla simplemente deber probarte las gafas sin la goma y que éstas hagan un efecto ventosa. Si éstas se mantienen durante tres segundos y se ajustan a los contornos de tu cara ¡SON LAS TUYAS!
Resumen a la hora de escoger tus gafas
- Decide donde vas a nadar con ellas (piscina cubierta, piscina exterior, aguas abiertas)
- Si vas a nadar con ellas en aguas abiertas, deben de tener radiación UVA y UVB.
- Decide si son para entrenar o para competir (para competición deben estar homolgadas) (cuanto más pequeñas, más aerodinámicas).
- Busca el tamaño adecuado según tus necesidades y tu puente de la nariz
- Si quieres tener una visión sin reflejos, mejor polarizadas
- Si tienes problemas de visión, escoge unas gafas de natación graduadas
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